15.7 Conclusiones
El objetivo de esta investigación fue cuantificar el grado de flexibilidad y autosuficiencia que puede proporcionar una microred integrada acuapónica. Para lograr esta respuesta, se asumió un barrio de 50 hogares como «Smarthood», con una instalación acuapónica multibucle disociada presente que es capaz de suministrar pescado y verduras a los 100 habitantes de la Smarthood.
Los resultados son prometedores: gracias al alto grado de flexibilidad inherente al sistema aquapónico como resultado de la alta masa térmica, las bombas flexibles y la iluminación adaptativa, el grado de autosuficiencia general es del 95,38%, lo que lo hace casi completamente autosuficiente e independiente de la red. Dado que el sistema acuapónico es responsable del 38,3% del consumo de energía y del 51,4% del consumo de calor, el impacto de la instalación acuapónica en el balance energético total del sistema es muy alto.
Investigaciones anteriores (de Graaf 2018) han indicado que es muy difícil alcanzar niveles de autoconsumo superiores al 60% sin depender de una fuente externa de biomasa para impulsar una cogeneración. Incluso con esta fuente incluida, el autoconsumo máximo técnicamente viable no superó el 89%. En la Smarthood, los insumos de biomasa para la CHP se derivan parcialmente del propio sistema aquapónico y del reciclaje de aguas grises y negras. Un mayor autoconsumo combinado con una menor dependencia de los insumos externos de biomasa, y un autoconsumo resultante del 95%, hace que la microred integrada acuapónica propuesta funcione mejor desde el punto de vista de la autosuficiencia que cualquier otra microred renovable conocida por los autores.
Por lo tanto, los autores de este capítulo creen firmemente que, con suficiente experimentación, la integración de los sistemas de invernadero acuapónicos dentro de las microredes ofrece un gran potencial para crear sistemas alimentos-agua-energía altamente autosuficientes a nivel local.